Cuevas del mar
Llevaba días planeando algo curioso e innovador para hacer y no se me ocurría nada. Pero encontré una pequeña ruta por casualidad hablando con unos amigos y pensé ¿y por qué no? Así que secuestre a mi hermano de las manos de su cama y fuimos hasta el sur de la isla en busca de ese lugar, dimos con el bufadero y aún más nos adentramos en él a fin de verlo y comprender su encanto. Sin lugar a duda no defraudo, un sitio que vale la pena visitar, aunque no apto para todos los públicos.
Habíamos realizado nuestra primera introducción al espeleobuceo.